CONGRUENCIA, entre el pensar, el decir y el actuar. Para impregnar de valores su cotidiano quehacer. Para ser fiel a sus propias convicciones. Para vivir con honestidad.
CREATIVIDAD, para ofrecer su originalidad. Para aportar ideas propias. Para resolver, enfrentar, responder de manera personal y única. Para imaginar, analizar y proponer diversas alternativas.
RESPONSABILIDAD, para responder a lo que les pide la vida. Para actuar con conciencia y compromiso. Para elegir libremente y asumir las consecuencias de sus elecciones. Para actuar con respeto a sí mismo, a las demás personas, a las normas de convivencia. Para hacer uso de la disciplina interior.
GENEROSIDAD, para ofrecer apoyo eficaz. Para dar de sí mismos. Para participar con disponibilidad y entrega.
CAPACIDAD PARA SUPERARSE, para no detenerse ni dejarse vencer por las debilidades. Para anhelar, aspirar el crecimiento permanente. Para esforzarse, emprender, innovar, modificar. Para vivir en búsqueda de mejores opciones.
CAPACIDAD PARA COLABORAR, participar, ser solidarios. Para ofrecer su esfuerzo, dedicación y trabajo a su comunidad próxima y a la sociedad.
CAPACIDAD PARA CUESTIONARSE, para formular hipótesis, para plantearse interrogantes. Para no conformarse con lo preestablecido. Para analizar con juicio crítico los estímulos externos antes de asumirlos como propios.
CAPACIDAD PARA EXPRESARSE, para comunicar sentimientos, pensamientos, ideas. Para poder disentir y también expresar acuerdos. Para manifestar su propia palabra.
CAPACIDAD PARA RECTIFICAR, para autoevaluarse continuamente y para corregir y enmendar sus errores, para encontrar en ellos una oportunidad de crecimiento. Para desandar caminos y emprender nuevas rutas.
CAPACIDAD PARA VIVIR LO APRENDIDO, para aplicar los conocimientos a la vida diaria. Para incorporar lo que aprenden a un modo de hacer y actuar. Para utilizar los contenidos académicos como medio para crecer personalmente y para aportar a la sociedad.
CAPACIDAD PARA APRECIAR, para valorar la vida, las personas, el medio ambiente. Para maravillarse con el mundo, con el conocimiento, con los sucesos, con ellos mismos para encontrar el lado positivo y constructivo de las cosas.
CAPACIDAD PARA VIVIR LOS VALORES HUMANOS. Para darle un sentido a su propia existencia. Para trascender su propia vida (CETM, 1983).